miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cambio en la distribución de las Regalías

Por Iván Tapia Morfil

Indudablemente Montelíbano será uno de los municipios afectados por la redistribución de las regalías contemplada en el proyecto presentado por el gobierno nacional ante el congreso. Los principales argumentos que tiene el gobierno central es que la redistribución debe hacerse para combatir la desigualdad por que la mayoría de los municipios del país no reciben regalías y además por que los municipios y departamentos productores no le han dado un buen manejo a estos recursos.

En el caso que nos interesa, Montelíbano, no podemos tratar de esconder el sol con las manos, es cierto que hemos dilapidado estos recursos y lo más triste es que no tenemos nuestras necesidades básicas satisfechas. Las regalías deben ser invertidas principalmente en educación, salud, agua potable y saneamiento básico y mortalidad infantil, y no contamos con colegios con una buena infraestructura física, no se ha invertido en el hospital ni en los centros de salud -ahora vamos a mejorar en infraestructura hospitalaria gracias a la gran inversión realizada por Cerro Matoso-, no podemos decir que tenemos alcantarillado por que este no funciona, el agua potable no le llega a muchos hogares –si alguien no me cree basta con asomarse a el Faro para que vea la gran fila de personas buscando el agua que procesa Cerro Matoso-, las vías y carreteras están perdidas -sí están malas las calles en el casco urbano se podrán imaginar como están en la zona rural-, no contamos con escenarios deportivos ni centros de recreación, es más podemos decir que prácticamente no contamos con un buen centro administrativo por que las instalaciones donde funciona la alcaldía están en pésimo estado.

Es triste decirlo pero después de 28 años de explotación de Níquel y de regalías ni el progreso ni el desarrollo se han asomado por Montelíbano, cada día aumentan los problemas sociales y es más difícil sobrevivir. Vivimos en una mentira, por fuera todos creen que somos millonarios por que Cerro Matoso está aquí, pero resulta que es imposible que todos trabajemos allí, y son muchos los que han llegado con esas expectativas y se han encontrado con otra realidad: Montelíbano es tierra de nadie -como lo expresa lucho Mogollón en su articulo-, sin sentido de pertenencia, con más miseria que cualquier otro, y donde en lugar de riqueza les ha tocado aumentar los cordones de miseria existentes.

Claro que son muchos lo que confunden el porqué de las regalías; muchos creen que el término se refiere a un regalo que hace quienes la pagan y no es así: las regalías corresponden a un pago que por Ley -o sea obligatorio- debe realizar quien efectúa la explotación de un recurso no renovable, y la compensación es otro pago que debe hacerse por el impacto ambiental que se pueda ocasionar. Lo que podemos decir es que nuestras regalías son un regalo pero de Dios, quien dotó nuestro territorio de una gran riqueza mineral, hídrica y de una enorme biodiversidad.

En Colombia las entidades territoriales que han logrado mayor desarrollo son Bogotá, Cundinamarca, Antioquia, Valle y Atlántico, y esto por que son los que más representación tienen en Senado y Cámara, y a pesar de sus diferencias políticas se unen para defender los intereses de sus regiones; en Córdoba a pesar de tener un buen número de congresistas no vemos que trabajen por un objetivo común: el desarrollo del departamento.

Lo más probable es que recibamos menos recursos de regalías -ya han aprobado el proyecto en tres debates en la cámara- pero vamos a seguir afrontando los mismos problemas sociales: gran número de desplazados, el 75% de la población en condiciones de miseria, desempleo, inseguridad y mayor índice de violencia, la zona rural abandonada, aumento desproporcionado de la población, falta de una economía solida y muchos más. Ahora para completar nos van a hacer corralejas, como para distraernos y endulzarnos mientras nuestros recursos se siguen perdiendo; aplican la estrategia: “para el pueblo pan y circo”, con eso los hacemos felices. No estoy en contra de estas festividades, pero no hace falta sino un poquito de sentido común para darse cuenta que no es el momento oportuno, por toda la crisis que hemos vivido en los dos últimos años y por la que aun estamos pasando.

Por el bien de nuestro querido pueblo y por el futuro de nuestro hijos, necesitamos que quienes aspiran administrar nuestro municipio elaboren y estructuren propuestas de gobierno serias, acordes con la realidad que vivimos; y por otro lado requerimos que el pueblo despierte y adquiera conciencia votando por la mejor propuesta y no, como hacen muchos, basados en lo que les van a dar antes de las elecciones. Por favor tengamos presente que: o cambiamos o vamos a estar peor.