Hace más de dos años se derrumbaron las dos pirámides que estaban captando dinero en Montelíbano -DMG y Euro Acciones-, fueron muchos los que perdieron en este negocio, lo cual sumado a la suspensión de las regalías del municipio y a la suspensión de los proyectos en Cerro Matoso desembocó en la peor crisis económica que hayamos vivido.
De este tema ya se ha hablado bastante pero hay que volverlo a repetir para que no se nos olvide y volvamos a vivirlo -no lo permita Dios-, porque tenemos tan mala memoria que nos pasan cosas malas y seguimos en lo mismo, por eso no avanzamos y nuestro municipio en lugar de mejorar va para atrás, empeorando cada día.
Este año con las campañas políticas para la alcaldía vemos que volvieron las pirámides, con la diferencia que ahora ofrecen mayor ganancia para “los inversionistas”. Sí mis amigos, hay candidaturas que están ofreciendo devolver cinco veces el valor de la inversión, por ejemplo al que aporte 10 millones para la campaña le devuelven 50 millones -claro que creo que es siempre y cuando gane el candidato-, aunque parezca increíble ya hay más de uno sacando cuentas de cuanto se va a ganar.
Bajo este panorama podemos imaginar lo que nos espera en los próximos cuatro años: mayor corrupción, menor inversión, más miseria, más atraso y mayor delincuencia. Se imaginan un candidato que bajo esta modalidad recaude 10.000 millones de pesos para la campaña, le tocaría devolver 50.000 millones de pesos a los inversionistas, se imaginan lo que le tocaría hacer -o mejor dicho no hacer- para pagar la plata: ¿cómo será la calidad de las obras?, ¿cómo saldríamos de las deudas acumuladas de las administraciones anteriores?, creo que tendríamos una peor temporada que la que estamos viviendo.
Dice el refrán que se acaba el maíz pero el marrano sigue, y eso es lo que piensan del pueblo los caciques de la política tradicional; pues yo creo que Montelíbano está despertando y el resultado se va a reflejar en las elecciones de octubre próximo para alcaldía, así que los candidatos que manifiestan que quien no tenga plata no se ponga a aspirar, se pueden llevar una sorpresa desagradable porque el plan que tiene el pueblo raso es agarrarles la plata y votar por otro, así que el marrano puede ser otro, y además puede quedar bien enculebrado con “los inversionistas”.