miércoles, 16 de julio de 2008

Indolencia, Amnesia o Mazoquismo

Por José Andocilla Jiménez

En la edición anterior de este informativo regional, leí un artículo de la autoría del licenciado Vicente Dauder, titulado “El hombre de la ventana”, en el que se refiere a las viscisitudes por las que atraviesa el sector marginado del pueblo colombiano, frente a la indiferencia e indolencia de otros ciudadanos que bien podrían llevarse la mano al corazón (como hizo Uribe en la 1ª campaña presidencial) y contribuir con la solución a esta problemática social que nos aqueja.

El caso que menciona el ‘profe’ Vicente que es uno de los tantos millones de colombianos que lo sufren, es producto de un sistema político que tiene sentido HUMANISTA muy pobre, pero que tiene un alto sentido capitalista, a costa de entregarle a las multinacionales extranjeras, la explotación de nuestros recursos naturales, el comercio y la administración de nuestra economía.
Paradójicamente el pueblo que sufre también se ha vuelto indolente consigo mismo, o será que padece de AMNESIA, porque cada 3 o 4 años se olvida del sufrimiento, el hambre, las penas y el estado de indignidad en que es sometido, como consecuencia de las prácticas politiqueras ejecutadas por quienes ellos mismos eligen.

También puede ser que el pueblo se nos ha vuelto MAZOQUISTA y ha asumido el hábito de gozar y festejar las “garroteras” que le da el CAPITALISMO SALVAJE, objetivo este que se convierte en el principal derivado del modelo NEOLIBERAL, que pisotea la dignidad humana y acaba con la cultura de los pueblos. Digo que la acaba, porque degenera el desarrollo cultural que se fundamenta en el desarrollo mismo del hombre y es precisamente esta, la estrategia utilizada por este modelo para cercenar la “conciencia” de nuestros pueblos y mantenerlos postrados en un estado de adormecimiento, hasta poner al hombre a mendigar los derechos más elementales que nos confiere la constitución política.

Quiero despertar en los ciudadanos del SAN JORGE, la búsqueda de un nivel de conciencia que le permita transformar su propia realidad a través de una verdadera participación democrática, basada en la sabiduría que hay que tener, para elegir a los que pretenden realizar políticas de verdadero beneficio social.

Esta es “la piedra en el zapato” del modelo neoliberal; un modelo SOCIAL DEMOCRATA no le permite al individuo, enriquecerse salvajemente para ver a muchos semejantes morirse de hambre, por el contrario, le concede al estado adquirir las mayores riquezas, para que este responda a todas las necesidades y brinde las mismas oportunidades a todos sus ciudadanos.Sigue teniendo vigencia el pensamiento: “cada pueblo se merece el gobernante que elige”; hasta nuestros días en Colombia, esta situación es una realidad desagradable, pero debemos pedir todos, esa ENERGIA POSITIVA DEL UNIVERSO (Dios), para que nuestra realidad sea la más agradable, como se está dando en el resto de Suramérica.

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