miércoles, 16 de julio de 2008

Campanazo de Alerta

Por Gustavo Cifuentes

Como nunca es tarde para empezar, y aunque parezca ser el tema al que voy a referirme de conocimiento de todos -espero que así sea- hago énfasis en él por que lo considero importante y necesario.

Puede decirse que desde que tengo uso de razón, he sido adicto a los dichos y máximas, ya que éstas están bastante arraigadas en nuestra cultura y son la base de la filosofía popular o del común. Basado en el tema que trataré en este articulo, traigo a colación un dicho que creo encaja perfectamente en él, el cual dice: “el tiempo enseña al que no sabe, y el que no sabe quiere saber”.

Pues bien, el tema sobre el estado y el panorama en que quedaría nuestro municipio, ¡Dios no lo quiera!, en todos los aspectos, llámese social o económico y todos los que de estos se derivan, sería deprimente en grado sumo si después del campanazo de alerta producido por el inesperado paro de Cerro Matoso, no despertamos y hacemos lo que la obligación de hijos de Montelíbano nos impone.

Debemos buscar la manera de ponerle coto a la rebatiña politiquera, a la decidía de las administraciones venales de turno y a la abulia popular, de manera que podamos erradicar estos flagelos que han atrofiado el desarrollo normal de nuestro querido municipio, con las consabidas consecuencias nefastas que estamos desde hace rato viviendo como son pobreza absoluta, educación restringida, insalubridad y lo mas pavoroso en mi concepto: el paso del lindero inferior de la pobreza que es tierra abonada para el cultivo de toda clase de drogadicción humana, física y espiritual que se traduce en Miseria, y esa si que es de temer, ya que la pobreza como tal es para nosotros un estado natural en el cual nacemos y permanecemos, pero en nosotros está el derrotero que le demos, negativa o positivamente, y como es lógico debemos cuidarnos de desviarnos hacia lo negativo.

En el corto tiempo que duró el paro de Cerro Matoso, se pudo observar que los que de una u otra forma podrían generar mano de obra, se pusieron a la defensiva, congelando sus ahorros previendo una eventual parálisis total de la empresa, lo cual conllevaba literalmente a una catástrofe económica y por ende social de dramáticas consecuencias.

Sabemos que Cerro Matoso mueve nuestra economía en un 60 o 70% de manera directa o indirecta, siendo así la principal fuente de ingreso de la región, y que hasta el momento no estamos preparados para amortiguar un cese total de dicha empresa por el motivo que fuere, con la consecuencia predecible. El caso es que como ya lo dije, todos sabemos esto pero no hacemos nada para buscar otras alternativas. Como he sido, modestia aparte, un observador silencioso más no silenciado del devenir de nuestra comunidad, quiero aprovechar este medio para aportar un granito de arena convocándoles a despertar del letargo generacional que hemos anidado por largos años, ya que con ello lo que hemos conseguido ha sido favorecer muy generosamente a toda clase de zánganos y chupasangres, que cobijados bajo el manto sagrado de la política se han presentado como redentores para lucrarse a sus anchas, ostentando títulos honoríficos sin motivo ni crédito, aprovechando la apatía y la candidez de la mayoría de nuestro pueblo que por tradición y herencia ha sido generador de paz y conformidad.

Por tanto, les hago un llamado de manera humilde y sincera pero vehemente a formar un frente unido sin distingo de ninguna índole para enfrentar este flagelo, para demostrar que de verdad queremos a nuestro Montelíbano, el cual no es más que: nuestros padres, hijos, hermanos, vecinos, nuestro entorno natural y nuestra idiosincrasia y del cual todos tenemos derecho a aprovechar el privilegio que Dios y la madre naturaleza tuvieron a bien dejarnos como herencia. Por que esta herencia es de todos y no de unos cuantos que a peso de viveza y todo tipo de artimañas corruptas se han creado una imagen falsa de majestad y grandeza traduciéndola en benevolencia y altruismo, cual si las migajas económicas que dejan caer fueran de su propio pecunio.

Si de veras queremos a nuestros hijos y a nuestra descendencia, empecemos un nuevo capitulo con argumentos diferentes a los que ya conocemos de memoria. Para esto debemos, mejor dicho tenemos que conformar un nuevo grupo de protagonistas capaces de interpreta el papel que nos corresponde de acuerdo con el libreto que una asamblea popular, o sea el pueblo como libretista, nos asigne. Esto, palabras más palabras menos, quiere decir que hacia el futuro debemos elegir honesta y concienzudamente a nuestros administradores públicos para lograr un desarrollo equitativo y unánime, para formar el Montelíbano que hemos soñado y que nos han ido dando a cuenta gotas.

Invocando nuestra buena fe y nuestra dignidad masilladas, en un solo frente administraremos mancomunadamente nuestra herencia llamada Montelíbano.Ya esta bueno, ya es hora de hacer valer nuestros derechos, vigilando meticulosamente el proceso administrativo de nuestro municipio, demostrando de esta manera que el pueblo es soberano, lo que equivale a: “El pueblo es el que manda”. De esta forma también podemos decir que el tiempo nos enseñó y que ya sabemos cómo aprovechar el porvenir, y por favor: no dejemos para mañana lo que debemos hacer hoy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre hemos sabido que sin cerro matoso este pueblo se acaba, pero lo sabemos y de allí no pasa nada, somos muy conformistas